10 sept 2010
Huérfanos 4
El número 3 de Huérfanos se publicó en Noviembre de 2003. En aquella época, y debido a mi agitada actividad profesional, para mí era normal dedicar entre 6 y 9 a dibujar un cómic de 22 páginas. Después de todo, Huérfanos surgió como una oportunidad de desarrollar lentamente una trama y unos personajes, así como una oportunidad de aprendizaje tanto para mí como para mi guionista, y sin embargo amigo, Enric Pujadas.
Lo que nunca habría podido imaginar era el largo e inesperado camino que yo tendría que recorrer, tanto personal como profesionalmente, para llegar a este número 4, que hoy finalmente ve la luz, al menos en su versión digital, después de casi siete años desde el anterior. La columna que acompaña a este número se escribió en Junio de 2004, y hasta tres veces había anunciado, y pospuesto, su finalización y publicación, por motivos profesionales.
Y sin embargo, nunca dudé de que algún día, no sabía cuándo, ni cómo, ni dónde, Huérfanos 4 vería la luz. Y aún me atrevo a decir más: no importa cuánto tiempo lleve, no tengo ninguna duda de que el resto de episodios que Enric y yo teníamos planeados seguirán haciendo acto de aparición, y de hecho la producción del número 5 ya ha comenzado.
Si una cosa he aprendido durante estos 7 años, y en particular durante este último, es que los sueños, cuando realmente crees en ellos, nunca mueren. O al menos, como las hadas, sólo mueren si dejas de creer en ellos. Así fue como hice realidad mi sueño de infancia de trabajar desarrollando videojuegos. Así fue como dibujé la novela gráfica cuyo proyecto comenzó hace más de 15 años. Así es como en unas pocas semanas aparecerán publicadas mis primeras ilustraciones. Y así es como después de todo este tiempo, el proyecto de Huérfanos sigue vivo.
Estoy especialmente orgulloso de este número 4, por razones artísticas: por lo que he crecido como dibujante a lo largo de su desarrollo, algo que incluso se nota en la evolución del estilo. Pero también por razones personales, porque Ismael, el sádico narcotraficante gótico que se presenta en este número, integra algunos de los personajes y experiencias que recuerdo de mi experiencia conviviendo con siniestros en Madrid, y creo que Enric ha logrado capturar la esencia de ese contexto en su historia.
Estas escasas 22 páginas nunca lograrán compensar la larga espera, pero para mí la continuación de de esta historia, a tanta distancia en años, kilómetros y experiencias de donde la dejamos pendiente, representa toda una hazaña.
Y ahora, lo que tocará comprobar es si se cumple una vieja norma no escrita de la auto-publicación: que aquellos que logran superar la barrera de los cinco primeros números son los que siguen adelante, y los demás los que se quedan por el camino.
Podéis apostar a que lo logramos. Y que algún día, leeréis las historias de estos personajes en tomos impresos. Porque no pararemos hasta lograrlo.
Mientras, y como dice Lita al final del número: "Esto ya está terminado."
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