Pero si en algo voy aún más rezagado que en dibujar cómics es en leerlos. Y esto resulta preocupante, porque si hay algo para lo que uno debe buscar tiempo en toda actividad, es en conocer el mercado, y los trabajos y autores más relevantes. Para tener criterio como artista, es imprescindible tenerlo primero como lector, y para ello, por mucho que me guste lo que hago, es necesario buscar tiempo para leer, aunque a veces me tenga que obligar a ello.
La gravedad de la situación a principios de este verano la atestigua la larga lista de cómics que tenía en mi lista de pendientes (algunos incluso de empezar), incluyendo series completas The Invisibles (Grant Morrison et al, 1994-2000), Stray Bullets (David Lapham, 1995-), 100 Bullets (Azzarello, Risso, 1999-2009), Lucifer (Mike Carey et al, 2000-2006), Y the Last Man (Brian K Vaughan et al, 2002-2008) Fables (Willingham, Buckingham et al 2002-), Box Office Poison (2001)...
Solo por las fechas ya se ve que mi cultura comiquera lleva muchos años de retraso, y aún en el improbable caso de que pudiera paralizar toda mi producción para ponerme al día de todas estas lecturas, para cuando hubiera acabado aún me quedaría como mínimo una década entera de otros cómics que tendría ganas de leer (dejando de lado el criterio de qué cómics merecen leerse y cuáles olvidarse), incluyendo recomendaciones recurrentes como Saga, Chew, Criminal, Invincible, Locke & Key, The Walking Dead, y muchos otros. Y suerte que no leo superhéroes ni álbum europeo ni manga, o de lo contrario mi lista sería infinita.
(A modo de inciso, el hecho de que lea casi todos mis cómics en formato digital hace más fácil acumular lecturas pendientes; el hecho de que unos cuantos de ellos los consiga por medios no exactamente legales, y básicamente gratuitos, lo hace ridículamente sencillo - aunque siempre acabe comprando los cómics que leo digitalmente y me gustan lo suficiente, incluyendo los que comento aquí)
Por ello, y ante la tesitura de vivir en un mundo en el que no puedo hablar de cómics con nadie que siga series recientes, este verano he decidido tomar un pequeño atajo. He aparcado todas estas lecturas clásicas para cuando tenga vacaciones, me rompa una pierna, o me jubile, y me he puesto al día de una pequeña selección de títulos de estos últimos años, o que se estén publicando actualmente (en su edición original).
El objetivo es doble: poder seguir las noticias y podcasts de cómics sin sentirme completamente desfasado, y por una vez estar al día de lo que se publica; pero también desarrollar mi criterio como lector, buscando las temáticas, estilos y autores que más me interesan entre la variada oferta del sector, y con ello poder tener mejor criterio como creador. Ahora que estoy a punto de involucionar de autor a estudiante, es aún más importante saber qué se está publicando, al menos dentro de los géneros y estilos con los que tengo alguna afinidad.
Sin ánimo de ser exhaustivo, ni de recomendar a nadie ninguno de estos títulos, estas son algunas de mis últimas lecturas.
Lazarus #1-19, Greg Rucka, Michael Lark (Image, Jun 2013-Sep 2015)
Conocí el extraordinario trabajo de Michael Lark como dibujante gracias a Terminal City (1996) y Scene of the Crime (1999) y desde entonces le había perdido la pista. De Rucka no había leído nada aunque lo relacionaba con Batman. Lazarus me he redescubierto al primero como uno de mis dibujantes favoritos, y al segundo como un guionista a seguir. Esta serie futurista engancha por su premisa, por su arte y por el desarrollo que Rucka hace de su mundo y sus personajes. Por culpa de Lazarus, di una oportunidad a otra obra de Rucka, Stumptown (2009), de género negro, también muy recomendable, y ha puesto su Gotham Central (¡con Brubaker y Lark!) en el top 5 de mis otros pendientes.
El dúo Brubaker & Phillips se convirtió en unos de mis referentes de género negro hace ya muchos años con su Sleeper, dentro del universo Wildstorm. Sus siguientes obras como equipo (Criminal, Incognito, Fatale) han estado forever en mi recámara, así que he saltado directamente a su más reciente trabajo, otra obra de temática criminal, ambientación en el Hollywood de los 50, narración compleja y un arte que requiere de varias lecturas para apreciarlo en su totalidad. Clásico instantáneo que me obliga a ponerme al día de las anteriores obras de este extraordinario equipo.
The Private Eye, Brian K. Vaughan, Marcos Martín (The Panel Syndicate, Mar 2013-Mar 2015)
Tanto Y the Last Man como Saga suelen figurar entre las obras imprescindibles de los 2000, y tras ambas se encuentra el mismo escritor. Para evitar tener que leerme los 60 números de una, más los 30 de la otra, he optado por poner a prueba al guionista a través de una obra reciente, más personal y arriesgada, tanto por su planteamiento como por su formato de publicación, digital, y según el innovador modelo “paga lo que quieras, incluyendo nada” que me ha permitido disfrutar legalmente y gratis de su lectura, y luego pagar por ella un precio justo, íntegramente para sus autores. La otra mitad del equipo, los españoles Marcos Martín (dibujante) y Muntsa Vicente (colorista), trabajando desde Barcelona, son ya una de mis referencias a estudiar en cuanto a narrativa e inventiva visual. Tanto el éxito cosechado por la obra a través de su difusión digital, como el extraordinario trabajo, autoeditado de sus creadores, la mitad de ellos desde la misma ciudad donde yo busco hacerme mi hueco de mercado, resulta inspiradora en muchos sentidos.
Y hablando de dibujantes españoles que triunfan en América, qué decir de Javier Pulido, a quien llevaba perdida la pista desde que se graduó con éxito junto a Peter Milligan en Human Target, y al que he redescubierto en estos 10 números de la última serie americana de Hulka (en este caso ya cancelada), personaje al que también había perdido la pista desde la ya lejana etapa de John Byrne (1989-1994). Aunque la historia de estos últimos números resulta atractiva por su tono distendido y por recuperar la actividad legal del personaje como hilo conductor, es el trabajo de Pulido (cuyo estilo por cierto cada vez se parece más a Mike Allred) el que me hizo disfrutar y tomar buena nota de una narración original y un estilo gráfico depuradísimo.
Sunstone v1-3, Stjepan Šejić (Image, Dec 2014-Sep 2015)
Aquí una de esas obras con las que uno se topa de la forma más accidental en internet. El dibujante serbio Stjepan Šejić, quien también ilustra Rat Queens y Death Vigil (ambas en Image), creó una serie con guión propio que publicó gratuitamente en su DeviantArt (1), y cuya repercusión le llevó a publicarla en tomo con la misma editorial. Una serie que, muy alejada de sus otros trabajos de fantasía, cuenta una historia de amor, amistad y relaciones personales (lo que suelen llamar “slice of life”) con la sutil variación que sus protagonistas son dos chicas que practican el BDSM (2). Aunque la premisa podría apuntar a un cómic erótico o un romance subido de tono “a lo 50 sombras de Grey”, se trata de una historia divertida, cotidiana y con personajes entrañables, que por momentos me ha recordado a obras como Box Office Poison (Malas Ventas) o Strangers in Paradise. Y su autor, un poco harto de hacer cómic de fantasía, reconoció haber redescubierto su pasión por el medio con este trabajo tan personal, donde seguramente puso de sí mismo algo más que su arte...
(1) debido al contenido adulto, tendrás que registrarte para poder verlo.
(2) si no sabes lo que es el BDSM, te reto a que lo busques en Google Images, como le pasa a un personaje en el cómic - pero procura no hacerlo en el trabajo.
Infinite Loop #1-5, Pierrick Colinet, Elsa Charretier (IDW, Apr 2015-Aug 2015)
Otro descubrimiento reciente e inesperado fue este proyecto financiado con éxito por Kickstarter que ha terminado viendo la luz en edición impresa, y donde los franceses Colinet y Charretier, proponen una mezcla de ciencia ficción, paradojas temporales y romance lésbico, todo con un estilo limpio, lleno de creatividad y de soluciones visuales imaginativas.
Deadly Class #1-16, Rick Remender, Wes Craig (Image, Jan 2014-Sep 2015)
En la categoría de descubrimientos incómodos está esta propuesta, a la que guionista le reconoce elementos autobiográficos, donde un joven huérfano encuentra su lugar en el mundo nada menos que en una escuela de asesinos, llena de personajes a cuál menos recomendable. Un relato poco edificante, pero a la vez lleno de autenticidad en el retrato de los personajes, basculando entre el comentario social, la intriga criminal y la pura acción, y cuyo dibujante ha sido otro descubrimiento por su habilidad para la narrativa y la composición.
Sex Criminals #1-12, Matt Fraction, Chip Zdarsky (Image, Sep 2013-Sep 2015)
El premio a la lectura más marciana del verano se lo lleva esta propuesta descabellada del guionista Matt Fraction, que después de trabajos más convencionales para Marvel, se lanza al vacío con la historia de Suze y Jon, una pareja con el poder de detener el tiempo con sus orgasmos. No, no es broma, esa es exactamente la trama de este cómic. Y es de lo más divertido que he leído en mucho tiempo, además de probar que ninguna temática debería ser un tabú para contar una buena historia, por pasada de rosca que pueda parecer sobre el papel.
Afterlife with Archie #1-8, Roberto Aguirre-Sacasa, Francesco Francavilla (Archie Horror, October 2013- Jul 2015)
Para acabar, he descubierto una obra inesperada y genial que por razones personales se ha ganado un puesto de honor en mi lista. Reconozco que nunca fui un lector de Archie, habría despreciado la idea de leer uno de sus cómics por snob, y de haberlo hecho me daría igual que se quedara con Betty o con Veronica, Pero todo esto ha cambiado tras leer esta inesperada revisión del universo Archie en el que Riverdale se convierte en el epicentro de un apocalipsis zombie iniciado por Sabrina - sí, la bruja adolescente que recordamos de la televisión, también un personaje de la editorial. Sorprende que los personajes de Archie (tan entrañables e ingenuos) funcionen tan bien en un entorno de un cómic de horror nada complaciente. El guionista Aguirre-Sacasa usa sin contemplaciones toda la artillería del género de horror (incluyendo un genial episodio donde Sabrina será entregada al Gran Cthulhu por el mismísimo Lovecraft). Pero sobre todo, este Archie me ha descubierto al dibujante italiano Francesco Francavilla, cuyo estilo he empezado a diseccionar con la intención de usarlo como referencia para revisar mi estilo de dibujo en Huérfanos, al que creo que se ajusta como anillo al dedo. Juzgad vosotros mismos (siempre que sea capaz de llegar a este nivel, que en eso estamos).
Para acabar, no puedo dejar de mencionar mis más recientes lecturas, por lo que tienen de personal: la antología conmemorativa del 17º aniversario de Gotham Comics Pequeños cadáveres envueltos en plástico, de la que hablé en mi post anterior, y de la que ya he podido comprobar personalmente el cariño que ha puesto Jaume y todos sus colaboradores, yo incluído (con mis historias breves "El Bon Doctor" y "Buenos Tiempos, Viejos Tiempos"). Y el primer número de la revista Deriva de Edicions del Despropósit, donde he tenido el honor de ver publicada mi historia corta "Into the Void", que publiqué en este blog ya hace un tiempo, y que ha visto la luz (traducida al catalán) en esta arriesgada y muy independiente publicación de la editorial mallorquina, junto a una selección de historias cortas de lo más variado y estimulante. En ambos casos, un privilegio ver mis historias editadas en tan buena compañía.
Y así es como he pasado los tres últimos meses, leyendo cómics de lo más variado y preparando mi mente y mis gustos para la experiencia de volver a ser alumno, esta vez para variar aprendiendo algo que me guste de verdad. ¿Y vosotros? ¿Qué cómics recientes habéis estado siguiendo - de cualquier género, estilo y procedencia - que os gustaría comentar o recomendar? Dejad vuestras propuestas en los comentarios, os prometo que les daré a todas una oportunidad… cuando mi trabajo, mis estudios y el nuevo Huérfanos me dejen tiempo para ello.
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